Aquella mañana de escritura.

Profesores que me han enseñado a vivir.

Personas en mi vida que me han enseñado a ser feliz.

Pasa el tiempo, y sigo por aquí, esperando a que algo dulce ocurra, no lo busco, no busco nada en sus vidas, tan solo aguardo.

Hace tiempo ya que me siento vacía,

que nada me ilusiona lo suficiente.

Necesito sentir un gran estímulo, encontrar mi camino,

saber qué es lo que me llena y me implica al cien por cien.

No quiero que sea ninguna persona de mi vida,

siempre siento que me decepcionan, siempre siento que yo doy más,

y quizá sea mi forma de dar, de recibir, mi manera de esperar,

esperar algo que los demás no están dispuestos a darme.

En ocasiones sólo pienso en un abrazo, en una mirada de atención,

una sencilla frase de cariño, sin embargo hay momentos en los que

me conformaría con la ignorancia que recibo todas aquellas veces que no la necesito,

ese desprecio que no pido pero sí que tengo cuando estoy sola.

Por no hablar de desahogarse, que ya no tengo a penas con quien, a veces,

dicen por ahí, que quien te hace el daño es justo quien te puede consolar,

pero quién es esa persona en mi vida, si ahora nadie me ha hecho daño,

quizá si por omisión pero no por acción.

Hablo con amigos, y muy pocas veces siento que me escuchan, siento que

mis dudas existenciales, las cosas que se pueden llamar mis problemas,

pasan también a su campo, se convierten ellos en protagonistas de la conversación 

y me quedo igual, y no quiero ser injusta con ésto, que hay quien me escucha de verdad,

hay quien me hace sentir bien...pero son tan pocas las veces que alcanzo esa sensación, 

que se me hacen cortas, demasiado breves.

Sufro de una gran a-motivación, no sé lo que quiero y siento que me falta estímulo en mi vida,

siento que puedo ir a más, pero cuando comparto eso, todo el mundo cambia de tercio,

todo el mundo cambia de tema, y sospecho, aunque pueda tratarse de ir de sobrada, que no tengo gente 

a mi altura, que no me rodeo de gente que sea capaz de comprender mi complejidad.

Lo siento, e incluso me duele no tener gente así,

mi entorno está vacío, es cada vez más superfluo y está sólo pendiente de la fachada,

y eso no me ayuda a sentirme plena.

Quisiera huir, dar con alguien o incluso algo que haga que me desenvuelva.

27/09/2010