Cómo han cambiado las cosas, ¿verdad?
Ha pasado mucho tiempo, o quizá no tanto, pero en mi alma ha sido eterno.
He sentido cosas que no conocía, he amado y amo como no pensaba que me podría permitir mi corazón.
Creo que algo sí que he crecido como persona, porque hay cosas que al fin he aceptado de mi misma y de las personas que me rodean.
Sinceramente hoy (me refiero en la actualidad) me siento distinta, pero por supuesto tengo unas cuantas cosas que me caracterizan que no soy capaz de cambiar, y realmente creo que no quiero cambiarlas.
Sigo entregándome igual que antes a las personas que quiero, sigo dándolo todo...Pero quizá eso sea demasiado, quizá debería quedarme con algo para mí, alguna que otra reserva para mi supervivencia.
Soy afortunada, por esta cabecita loca que igual que me complica las cosas, hace que muchas otras las vea más sencillas que los demás.
Y bueno, estoy escribiendo sin rumbo, sin un objetivo claro y a medida que lo hago vienen a mi mente lo más importante que me ha pasado en estos días...Y es el curso de Reiki que he realizado.
Quizá pocos conozcan el Reiki, y muchos no lo valoren como se merece, pero me conformo con que haya llegado a mi vida, pues me siento más en paz que nunca, a pesar de alguna que otra rencilla.
Para mi Reiki es amor, Reiki es ganas de ayudar y de ayudarme a mí misma, para mi Reiki es más que eso que llaman energía universal, es una forma de vida y una forma de asumir las distintas situaciones que se nos presentan...Espero poder decir en un tiempo, me da igual cuanto, que he encontrado la paz que llevo buscando mis 21 años, y que esa paz solo depende de mí, de mi cuerpo y mi alma, de mi espíritu, y que todo lo demás y todos los demás son meros acompañantes de mi día a día a los que hacer felices con mi paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario